Por - Publicado el 23-05-2007

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Voto libre y SNIP
ALDO MARIáTEGUI

Pensando en términos estratégicos, es hora de aflojar algo el SNIP y gastar. Necesitamos legitimar el modelo de economía de mercado y el sistema democrático ante las grandes mayorías, especialmente en el sur. ¿Cómo creen que se siente una persona pobre a la que le dicen que hay una gran bonanza y no la ve? Obviamente, se malhumora, piensa que le están robando, se resiente y termina apoyando a radicales antisistema: nunca cuentes plata delante de pobres. Soy ortodoxo como el que más y detesto el tumbesino monumento al lagarto, pero se nos va a aparecer otro agente antisistema (Ollanta o SL) si seguimos con el puño cerrado en extremo. Acá en Lima nos dormimos en la complacencia y decimos “SNIP a fondo”, pero la bronca en provincias está creciendo… El SNIP estuvo diseñado como un colador para cuidar recursos escasos, pero ahora se ha vuelto un cinturón de castidad malogrado en plena luna de miel. Además… ¿alguien me explica cómo justificas el retorno de una carretera en el Perú? Es evidente que primero viene la arteria (la pista) y después el músculo (el desarrollo) alrededor de éste.
Por ejemplo, unes Viñac a Lunahuaná y creas un polo turístico. O urge asfaltar Aucayacu-Juanjuí para que San Martín llegue a Lima con su arroz en doce horas por el sur y no por Corral Quemado (muchos pitean contra las Interoceánicas, pero no dicen nada de Olmos… En todo caso, prefiero carreteras faraónicas a irrigaciones faraónicas). Y ya está comenzando a usarse el canon regional en gasto corriente (maestros), lo cual es trágico.
Eso nos puede conducir al modelo argentino, donde hasta el 80% de la PEA de una provincia trabajaba para el gobierno regional, lo que provocó el colapso fiscal.
A hacer obra –especialmente vial– de una vez, con controles claros para no ver monumentos al árbitro y palacios municipales como el de Ilave. O ejecutar los proyectos ya “esnipeados” bajo Toledo, como reclama Kurt Burneo. ¡Pero a hacer algo!

Comentario: El autor acaba su artículo con un grito desesperado. Veamos:

  1. Quien se está deslegitimando no es la economía de mercado y la democracia, sino Alan García, quien no ha sido un gran defensor de ninguna. De hecho, García ya ha dado muchas señales de dar un viraje, un sinceramiento, en los dos sentidos: viraje populista y autogolpe-cierre del congreso. Cuidado.
  2. Curiosamente, el director de Correo coincide nada menos que con Mirko Lauer y Chachi Sanseviero de la República: hay que gastar para parar la protesta social y aumentar la popularidad de García. Una lógica equivocada y peligrosa que critiqué oportunamente en este blog. Es una lógica que abre las puertas del populismo y que legitima la corrupción (ver Referencias).
  3. García ha logrado un apoyo relativamente sólido tanto de las izquierdas como de las derechas periodísticas. Entre ellos se atacan, pero validan todas las jugadas de García. Con quien se meten es con sus ministros. Este poder de convocatoria no sólo incluye a periodistas como Lauer y Mariátegui, sino que también, al parecer, a Tafur. Es un gobierno de ancha base periodística. Si algo hemos aprendido con Montesinos es que un medio de comunicación vale más que muchos congresistas juntos (Ver Y por cinco lucas me compro un diputado, un juez, un fiscal, aunque aquí más se aplica el «se calumniarán y se atacarán y después en un almuerzo estarán» Rio – Mi Partido Lo Hará).
  4. Aflojar el SNIP es como decir que hay que aflojar las normas de seguridad en la construcción de un edificio, que, exagerando para ilustrar el punto, en vez de contratar a un buen neurocirujano hay que poner a un matarife para que opere a alguien del cerebro. Si se quiere que el gasto de calidad fluya, se debe asignar parte de los recursos en la contratación de capital humano de calidad, que haga buenos proyectos que pasen la valla. No es el estándar el que está mal, sino que falta una estrategia de parte de los agentes para cumplir con el estándar. Obviamente, si se baja el estándar habrá más gasto, pero ese gasto no tendrá la calidad, ni la capacidad de resolver los problemas de pobreza que se supone debe atender. No nos engañemos ni nos desesperemos. Los no entendidos siguen mandándose con propuestas sobre temas que no conocen, obedeciendo a una lógica exclusivamente política. No les hagamos caso. Bajar el estándar es abrir las puertas para monumentos al choclo, para gastos corrientes (el modelo argentino, según Mariátegui) y para, por supuesto, cuándo no, la corrupción. No a otra cosa.
  5. Es curioso, que el periodista en su desesperación por la monotónica caída en el apoyo a García, llegue incluso a tomar una idea de alguien a quien ha atacado y maltratado tanto como Kurt Burneo. Si sigue así, dentro de poco pedirá que vuelva al gobierno…
  6. Y bueno, sería interesante ver qué dice este periodista de entrar Garrido Lecca de ministro de economía. Igual entonces reivindica a Carranza….

Actualización: Habría que recordar que los países que la hicieron fueron los países que persistieron en mantener los estándares de calidad, no aquellos que sucumbieron a las presiones populistas. Es muy curioso, por decirlo suave, que un periodista que se autocalifica de «ortodoxo» (?) acabe por sumarse a las presiones populistas que otrora tanto había criticado. No es la primera vez que ocurre esta «volteada» como analicé en este post:

y desarrolló con mucho más detalle técnico Giovanna Aguilar en

Un poco más de persistencia, por favor.

Referencias:

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