Por - Publicado el 18-04-2007

Leo la serie de comentarios que ha generado la vuelta de Toledo, como

  • Toledo en Lima de Augusto Álvarez.

    En este sentido, el líder de la ‘chakana’ demostró una vez más este fin de semana que, en relación con otras personalidades de la oposición, como Lourdes Flores y Ollanta Humala, él posee mejores reflejos para encabezar una posición contestataria al presidente García.

  • Vacilón peligrosón de Mirko Lauer

    ¿Pero es García su verdadero rival? Hoy contraponerse al presidente le produce titulares y saca manteca entre los candidatos del 2006 que todavía no logran recuperar la oreja pública. Pero con el paso del tiempo usar a García de punching ball puede resultar un factor de división de su propio bando electoral futuro, y un costoso error de cálculo. Pues es probable que en el 2011 el Apra busque alianzas, ya no un perfil propio.

    Hay tímidos rumores en el sentido de que García tentaría un poco más adelante una enmienda constitucional para la reelección. A la luz de la pasada experiencia reeleccionista, una iniciativa así es improbable, los cual no significa imposible. Solo en un caso así podría Toledo recuperar los papeles de sus mejores horas: paladín antiautoritario en el año 2000, recuperador de la democracia en el 2001.

y la reacción de este blog:

Comentario: Decía en este post

El juego político está entre los ex-presidentes

Toledo sería la única alternativa para una oposición preventiva a Fujimori y a García. Con Fujimori en el banquillo y aireandose las atrocidades y la corrupción de su gobierno, las cosas de Toledo quedarían como pecadillos menores. Esto podría ser si la frivolidad y la miopía de Toledo ceden paso a una propuesta algo más organizada y transparente que lo que ha mostrado hasta ahora. Pero por supuesto, la maquinaria fujimorista y aprista se encargaría de aplastar a Toledo mostrando sus suciedades como mucho más graves que las de Fujimori, o García.

Toledo, García y Fujimori se consolidan así como líderes políticos gravitantes en el país. Los otros, como Flores o Humala, van quedando opacados. En el camino se suelta un dato más: García podría intentar una reelección. No suena nada bien. No es que García no le entre a esas jugadas. A mediados de su primer gobierno García intentó un autogolpe, pero no le ligó. Le ligaría sí a Fujimori un lustro después… Es una carta bajo la manga, sólo que ya la tenemos muy vista. También es de prestar atención a lo que dice Lauer: García no es el verdadero rival de Toledo, pues García buscaría alianzas, no un perfil propio. Leo a estas «alianzas», supuestamente inexistentes, como algo parecido a lo que hizo García apoyando a Fujimori en 1990. En esa época ya podías atacar a García todo lo que quisieras que éste ya había evacuado su barco aprista al bote fujimorista y lo había puesto a navegar. Alva Castro era pantallazo nada más. Había hecho una eficaz maniobra de traslado de capital político, no importaba que aparentemente estaba sacrificando a su propio partido.

Creo que hay mucho que aprender del primer gobierno de García, si queremos no perdernos en el mar de evidencias que pueblan la presente coyuntura. Hay muchas señales, algunas de ellas contradictorias, y toca encontrar un hilo a todo esto. García estaría recurriendo a las mismas maniobras distraccionistas, mientras que el juego real estaría por otro lado. En fin, aun así, creo que Toledo hizo bien en darle un par de pullas a García. Fue mucho más hábil que Humala, con sus marcha a la frontera, y que Flores, con su indefinición política….

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