Por - Publicado el 28-12-2006

Ahora se reconoce algo comentado en La reducción de la renta básica, que el «ajustón» a Telefónica no es otra cosa que un adelanto de una reducción que ocurriría de todas maneras:

Aljovin: Acuerdo con Telefónica fue adelantar factor de productividad de seis trimestres
(RPP Noticias) La viceministra de Transportes y Comunicaciones, Cayetana Aljovin, recordó que uno de los puntos que se resolvieron en el acuerdo entre el Estado y la empresa española Telefónica es adelantar el factor de productividad de seis trimestres.

“Es la primera vez que se aplica el factor de productividad en la renta mensual (….), entre el 2001 y el 2006 en la renta básica solo hubo una disminución de dos soles pero a partir de ahora será de 16.30 soles”, indicó.

Aljovín señaló que antes según contrato Telefónica podía determinar donde le convenía aplicar el factor de productividad. “Ellos lo aplicaban en minutos adicionales o promociones mínimas pero jamás en la renta mensual”.

“Ahora Telefónica ha cedido su libertad en determinar este tema y ello significara un beneficio de 160 millones de soles anuales para los peruanos”, finalizó.

Veamos:

  1. que el beneficio para los consumidores sea de 160 millones está por verse;
  2. un adelanto en una reducción programada pero a discreción de la empresa es evidentemente beneficiosa para los consumidores,
  3. renegociar un contrato y mantenerlo al mismo tiempo es un contrasentido. El gobierno ha entrado en una dinámica de informalizar los contratos firmados. Los quiere respetar y renegociar al mismo tiempo. Es la cuadratura del círculo: cumplir promesas sin ahuyentar la inversión.
  4. Esta cuadratura lleva a que los anuncios presidenciales exageren los beneficios materiales para los consumidores. Se agigantan los beneficios, como si se hubiera cumplido con las promesas, pero a la vez se resalta el respeto a los contratos suscritos.

Este tipo de renegociaciones se ha dado también con las empresas mineras y ya parece dibujar un estilo informal de hacer las cosas. Lo he comentado en este blog en El riesgo populista y en El inevitable sinceramiento aprista. Este estilo ha merecido críticas desde dos puntos de vista diametralmente opuestos. Por un lado:

Mejor, una Teletón por Federico Salazar

Ellos creen que han comprado un ‘warrant’ que los proteja de intervenciones estatistas. No saben que frente al Estado no existen principios ni precedentes ni compromisos.

La iniciativa de los mineros nos pone en problemas. En el Perú ya no existe más el principio fiscal y político de «no hay imposición sin representación». Lo hizo puré la «contribución voluntaria» de los mineros.

Si quieren dar su contribución personal o gremial, deberían hacer su Teletón. No deberían mezclarse con el Fisco.

y por otro lado:

El hueveo por Javier Diez Canseco

Al final, al contrato no se le ha movido un pelo en términos económicos, tal como lo aseguró en octubre el ministro Carranza a la propia trasnacional española, viajando a Madrid. Simplemente se han sumado las rebajas de tarifas previstas cada trimestre, de una sola vez, por lo que ya no habrán nuevas en el futuro cercano; menos aún tarifa plana.

Pues sí. Si disparas por dos cañones, te disparan desde dos lados. Unos ven una peligrosa intervención y otros no ven ninguna, sólo un teatro…

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