Por - Publicado el 09-11-2006

Leemos a Álvarez en Perú 21:

Nos cuenta sobre la prepotencia en el gobierno, la falta de respeto a la división de poderes, el insulto como lenguaje político. Lo dice muy airado:

Por su parte, el congresista Mauricio Mulder ha señalado que «no va a venir la señora Merino a decirnos lo que hay que hacer, cuando hay varios temas pendientes de aclaración durante su gestión como jefa de la Sunat». ¿A quién llamamos, entonces? ¿A los que administraron el dólar MUC? ¿A los que construyeron el túnel para que fugue el MRTA?

Finalmente, el tema de fondo es que algunas cabezas calientes del Congreso quieren precisar quiénes pueden -y quiénes no- participar en el debate de los asuntos nacionales.

Eso es lo que denota la ley sobre ONG, al igual que el peligroso proyecto que se elabora en la Comisión de Educación del Congreso para establecer la colegiatura obligatoria para ejercer como profesionales. ¿Tendré que -en contra de mi voluntad- colegiarme en una institución medieval para poder seguir dirigiendo este diario?

Llama la atención que se comience a evocar al primer Alan, al fin y al cabo no tan diferente que al segundo….

En el caso de las ONGs no puedo dejar de decirlo, algunas personas que hoy se ven afectadas por la ley intervencionista y se quejan apoyaron al candidato que hoy es presidente. Una deslealtad más de García. Antes se la hizo a los empresarios. Hoy a los intelectuales que pisaron el palito. Y esto es sólo el comienzo.

Además, al ser el margen con que García desbarrancó a Flores tan estrecho, es claro todo puchito contó su alguito. El apoyo que le brindaron, sobre todo cuando estaba recién peleando su pase a la final, fue decisivo. Todo apoyo, por más pequeño que haya sido, lo fue.

En este blog y en otros espacios lo manifesté desde hace buen tiempo, por ejemplo, ver el artículo con Giovanna Aguilar: El tercer piso del andamiaje (2)

La otra continuidad: Alan es Alan
Junto a las señales que indican continuidad en el modelo económico hay otras que sugieren otra continuidad: el estilo de gobernar de Alan García, característico de su primer gobierno.

…El panorama actual está acaparado por un presidente con actitudes autoritarias y populistas, que minimiza la actuación de sus técnicos, importantes antes de la asunción de mando como señales de cambio y responsabilidad que tranquilizaran a los mercados financieros, una significativa expansión fiscal financiada bajo el antiguo esquema de financiamiento que combina reservas, heredadas del gobierno anterior, con deuda externa. Más que señales de continuidad suenan a repetición de esquemas que para nada hay gusto de volver a vivir. Evidentemente, dado que el gobierno recién está comenzando a ejercer sus funciones a partir de la herencia de una economía saneada, muy diferente a la economía en crisis de los ochentas, las medidas anunciadas no llevan a voces de alerta como hace veintiún años, pero dejan entrever un populismo potencial, todavía desapercibido y solapado.

Su ataque a las ONGs se inscribe dentro de una lógica de control. Por lo que se lee en algunos medios son vistas como la fuente de un rebrote terrorista en el Perú. En el fondo, no se quiere oposición alguna, pues esas ONGs no son otra cosa que espacios donde residen todavía las izquierdas y alguna influencia tienen.

La ley para colegiarse a la fuerza pues se inscribe dentro de la lógica de dar trabajo a los compañeros. Es la lógica del copamiento. Establecer gremios medievales es una medida de lo más contraproducente. Es escamotear a quienes se forman con licencias y permisos inútiles. La tendencia en el mundo es a eliminar todas estas barreras a la entrada al mercado de trabajo y a establecer un sistema donde los/las más capaces tengan acceso a los mejores puestos, no el afiliado al gremio o el que detenta el carnet partidario.

Así estamos. Medida tras medida, con paso lento pero seguro, nos ganamos a pulso la caída de la productividad per cápita que señalábamos en el post Triángulo equivocado.

No es que haya un gran momento en que se hubiera jodido el Perú, como planteaba equivocadamente Mario Vargas Llosa. Se va jodiendo poco a poco, con medidas económicas y políticas contraproducentes, que perjudican a muchos y benefician a pocos…

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