Por - Publicado el 20-11-2006

Leemos a Mirko Lauer en La República, quien pasa de criticar los caballazos de Alan García a darle un voto de confianza:

Buen comienzo. Ahora, los desafíos

Alan García ha superado, con algo de disgusto, las críticas más bien formales a sus 100 días. (…)Así, con el teflón intacto, sigue muy por delante de los faltosos que tempranamente quieren reducirlo a la situación de un nuevo Alejandro Toledo, y corre con la alta cifra de aprobación en el bolsillo.

(…)

Casi todos los opinadores del espacio público tácitamente coinciden en que es necesario mantener respetada la figura presidencial. A diferencia de los pasados cinco años, no hay estrategia a futuro que hoy no se apoye en el mantenimiento del orden establecido, que García encarna. Lo cual es ganancia para la democracia. García reciproca la deferencia manteniéndose al margen de los conflictos, en una versión local de las presidencias más olímpicas del hemisferio norte. Así, su perfil relativamente bajo no lo desgasta y deja espacio para que todos muevan sus fichas con libertad. Termina siendo una extraña suerte de árbitro que no arbitra, sino contempla.

Esta postura, que es una pieza eficaz de ingeniería política, coloca a su equipo de gobierno en la primera fila del debate y el activismo. Todavía es temprano para medir desgaste en el gabinete, pero es obvio que García necesitará siempre ministros que aporten más de lo que cuesten, como era el caso de Toledo, que también los seleccionó con arte. Todo esto hace del gobierno una máquina política de primera, pero los escollos se están acumulando en el esfuerzo administrativo. No es que el Apra y sus independientes administren peor que pasados gobiernos, sino que con la bonanza macroeconómica la valla se ha elevado. De Toledo no se esperaba tanto como de García.

Bueno, aquí parece que este señor vive en un país completamente diferente al que conocemos. Nos viene a decir que:

  1. García ha superado las críticas y no puede ser criticado como fue criticado Toledo. Debilitar a García es debilitar el orden establecido.
  2. García mantiene perfil bajo. Quienes tiene el perfil alto son los miembros de su gabinete. Es decir, a la hora de pagar los platos rotos, quienes tendrán la responsabildiad serán los ministros, no García, quien sólo contempla.
  3. No es que el Apra y, fijémonos bien, sus independientes, administren mal. Es que hay más expectativas.

No es cierto que que García haya capeado bien las críticas, escondiéndose o esquivándolas. Le han dado y bien dado, incluyendo una banderillazo personal, pasando por diversos temas fuertes. No hay mucha paciencia con él. Tampoco es cierto que criticar al presidente debilite al orden establecido. Muy por el contrario, si algo ocurre es que no hay una verdadera oposición al gobierno, que es lo más normal en un sistema democrático. Lo otro es salirse del sistema por una simple crítica a lo que se hace mal.

Que García mantiene un perfil bajo es falso. Es un perfil muy alto, eso sí, con una evidente intención de echarle la culpa a sus técnicos como antes hizo con los directores de BCR por el escándalo del BCCI. Su idea es que los «independientes del Apra» pasen a primera fila a dar la cara por el manejo del gobierno. Es la idea de los apristas para este año. Como anunciara Mantilla, es para recuperar credibilidad (ver Mantilla también regresa). El sinceramiento ya está en camino …

Que García administre bien es también falso. Basta ver el copamiento y la selección partidaria en curso en la adminstración pública. Es una selección completamente adversa que apunta a una caída de la capacidad administrativa del aparato estatal. No es un tema exclusivamente de expectativas. Esa fue la explicación que se intentó dar para Toledo, quien excusaba sus pecadillos diciendo que los presidentes anteriores también los cometían, pero que ahora las expectativas sobre la presidencia eran mayores.

No, señor. García vino anunciando shocks de

  • austeridad,
  • inversiones,
  • decentralizadores,
  • educativos,
  • de productividad,
  • etc., etc., etc.,

todas medidas rápidas. Uno lee su plan de gobierno y hay un supuesto plan de corto plazo (18o días). Durante las elecciones lo hemos comentado aquí: el plan económico del sr. Alan García:

El plan de García comienza con medidas de acción inmediata para los primeros 180 días con algunas medias como esta en «reforma del estado»:

Reducir a la mitad los sueldos de los parlamentarios, ministros, autoridades regionales y municipales, y eliminar su Compensación por Tiempo de Servicios (CTS).

o en empleo:

Nombramiento de 250 inspectores del Ministerio de Trabajo. El objetivo es terminar con el abuso de los ‘services’, garantizar el pago de las horas extras y la jornada de 8 horas.

o economía:

  • Cobrar los activos del Estado a los acreedores, quienes se beneficiaron con las privatizaciones.
  • El Estado hará sus compras colectivamente (economía).
  • Impulsar el Banco Agrario. Duplicar su capital.

o en pequeña empresa:

  • Créditos para los microempresarios para renovar su tecnología.
  • Convertir COFIDE en el Banco de las MYPES y de la Juventud.
  • Programas de capacitación tecnológica en alianza con las Universidades.

En la página 12 de este documento se nos dice que los mayores gastos que se desprenden de algunas de estas medidas serán financiados con el menor gasto de las medidas de ahorro fiscal.

Más precisamente, el plan de 180 días decía que habría un menor gasto en S./1,530 millones de soles y un mayor gasto en S./1,345 millones de soles. Despues ya vienen medidas al 2011.

Muy bien, ¿ha cumplido? Pues no. No ha cumplido con ninguna de sus promesas inmediata ni va camino a hacerlo…

Ahora García pide más tiempo, dos años. Se no pides que nos olvidemos, un poco al estilo de Fujimori prometió el «no-shock» para dar un paquetazo récord: «¡Ja, ja. Te la creíste!». Ya
tenemos una promesa de acción inmediata que no es capaz ni está dispuesto a cumplir. Si promete algo de rápido cumplimiento, es justo evaluarlo sobre la medida que él mismo se ha puesto. Nada de expectativas altas. Y si no ha cumplido, tampoco se puede hablar de una buena administración…Así de simple…Señales que no animan a creerle en lo que viene…

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