Por - Publicado el 10-08-2006

Leo esta entrevista a Sinesio López en La República

-¿Qué sensación le deja el anuncio presidencial de la aplicación de la pena de muerte para los violadores?

–Creo que más allá de que sea un psicosocial, tiene dos objetivos: incrementar la popularidad del gobierno y del Presidente porque es una medida populachera, y por otro lado busca sacar al Perú del sistema interamericano de derechos humanos para eliminar la posibilidad de que las denuncias de violación de derechos humanos en las que están implicados el gobierno aprista y el ex gobierno fujimorista terminen en sanciones.

García estaria utilizando el tema como excusa para evitar denuncias en su contra. Yo lo veo más como una cortina de humo al estilo de Fujimori antes del golpe. Es claro que en un estado de derecho la mentada propuesta presidencia no es posible. No es competencia del presidente. Se está buscando un desborde de los otros poderes del estado. Con esto de pone en jaque al congreso y al poder judicial, que no les quedará otra que decir que no. ¿Ir al referéndum? No se lo cree ni García ni Del Castillo.

Además, recordemos algunas cosas:

«Es el crimen más cruel de todos los tiempos y merece ser castigado por la muerte». La Crónica, 15 de setiembre de 1954.

El cuerpo sin vida de un niño de tres años, con huellas de haber sido golpeado en la cabeza, se encontraba en una covacha de Barranco. El horror se divulgó rápidamente por las calles. El lugar se colmó de policías, periodistas y curiosos.

Al día siguiente, los canillitas voceaban titulares de los diarios que divulgaban el crimen de la quebrada. En las radios el crimen era motivo de comentarios que se repetían en buses, esquinas y bodegas.
Todos exigían a la Policía la captura del homicida. Los padres de familia temían por la suerte de sus hijos. Decenas de guardias civiles y republicanos se desplazaban por las calles barranquinas indagando y buscando una pista para dar con el criminal. Hubo redadas en bares, billares y en cantinas del hampa limeña. La población comenzó a presionar: quería un culpable.
«Era un sujeto negro y alto… me compró 20 centavos de turrón para el niño. yo lo puedo reconocer». El turronero Ulderico Salazar.

De inmediato, numerosos individuos sin oficio fueron arrestados. Salazar, ante una decena de detenidos, apuntó a Jorge Villanueva Torres, un vago de 35 años. Salazar declararía después a la prensa: «Logré identificarlo porque tenía un dedo torcido, como el hombre que me compró el dulce para Julito». Desde ese momento, Jorge Villanueva Torres, conocido como el ‘Negro Torpedo’ fue bautizado por la prensa nacional como el ‘Monstruo de Armendáriz’.
«Yo he cometido muchos delitos… he sido un hombre malo… pero este, este crimen no me pertenece». Jorge Villanueva Torres.

Los diarios y las radios seguían azuzando el fuego del odio colectivo contra Villanueva. Debía morir.
….

Al amanecer del 12 de diciembre de 1957, la sentencia iba a ser ejecutada. Miles de personas se arremolinaran ante la Penitenciaría Central. A las 5 y 25 de la mañana, cinco vigilantes arrastraron a Villanueva hasta el paredón. Fue atado a un poste de tres metros de altura. Ocho guardias lo esperaban con sus fusiles en mano. Se dice que mientras el oficial impartía órdenes marciales, el condenado exclamaba: ¡Soy inocente!

Días después, en una entrevista a Ulderico Salazar, el testigo más importante del proceso, el turronero dijo: «Espero que la sociedad me dé un trabajo estable para mantener a mis tres hijos».
El diario La Prensa informó que Salazar se había contradicho más de 30 veces durante el proceso. Las dudas en torno a la culpabilidad de Villanueva han dejado un sabor a remordimiento sobre la pena capital para uno de los delitos más horrendos.
Por Katia Aguirre

Y hay más:

en nuestro país a finales de los años 50, donde Jorge Villanueva Torres, el “Monstruo de Armendáriz”, fue injustamente acusado de violar sexualmente a un menor de cuatro años de edad y condenado a la máxima pena –pena de muerte- por un Tribunal de la capital. Su ejecución –mediante fusilamiento- se llevó a cabo en la Penitenciaría de Lima en el año 1957; años después se demostró la inocencia de tan famoso personaje, error judicial que nunca podrá ser resarcido y demuestra las falencias del sistema judicial penal.
Por César Humberto Ulloa Díaz y José Rubén Ulloa Gavilano

Lourdes Alcorta declaró ayer en el programa de Cecilia Valenzuela «el violador me importa un rábano». Es que ese fue el problema con Jorge Villanueva. Su vida le importaba un rábano a la sociedad de entonces. El verdadero homicida quedó sin castigo y todos muy contentos…


De Caretas: En sentido horario: Entierro de El Monstruo de Armendáriz. Tatán y su abogado C.E. Melgar. Ana Rosa Bertello y Nello Tozzini. Mario Poggi y Angel Díaz Balbín. Segisfredo Luza. Luis Banchero. Fernando de Romaña. Ingrid Swchend.

«Muerte al amanecer» de Francisco Lombardi.


La pena de muerte en el mundo. Tomado de Capital punishment – Wikipedia

Los que proponen pena de muerte, ¿se han puesto a pensar cómo lo harán? ¿Silla eléctrica? ¿Inyección letal? ¿Fusilamiento? ¿Ahorcamiento?

¿Y cómo se castiga a quienes mandan a torturar y matar a inocentes como ocurrió en Accomarca durante el primer gobierno de García?

Actualización: El APRA sigue moviendo sus fichas:

Más carne en el asador. Se la están jugando el todo por el todo…Algo traman…

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Enlaces a este artículo

  1. 1991: Pedido de “formalización” de la pena de muerte » Gran Combo Club
    21-07-2010 - 16:45

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