Por - Publicado el 28-04-2006

Por Giovanna Aguilar

Los medios de comunicación ( Perú 21, Correo, 90 segundos y otros) dieron cuenta del PERRO MUERTO de Ollanta Humala en el salón Vip del Aeropuerto José Quiñones de la ciudad de Chiclayo. La comitiva de Humala se fue sin pagar una cuenta que asciende a 148 soles, según reportan los funcionarios del aeropuerto, por el uso del local, el consumo de alimentos y bebidas. Efectivamente, este es un hecho inaceptable, pues no es posible no pagar las cuentas (deudas) y perjudicar con ello a otros. Ollanta Humala y cualquier otro ciudadano son criticables por actos como estos. El Sr. Humala tendrá que pagar esta cuenta para subsanar este PERRO MUERTO y supongo que el dinero provendrá de sus “arcas” (bolsillo, caja chica, etc). Sin embargo, deberíamos estar tan o más atentos a otros PERROS MUERTOS que se ven venir ya que éstos si nos podrían costar muchísmo a TODOS los peruanos. Me estoy refiriendo al proyecto de Ley presentado por la Comisión Agraria del Congreso para que el Estado asuma la deuda de productores agropecuarios con el sistema financiero. Esto si sería un PERRO MUERTO de gran calibre, pues propone que todos los peruanos paguemos la deuda de “algunos” por un valor de 1,700 millones de soles. De aprobarse este proyecto de Ley, seremos todos los ciudadanos peruanos los que carguemos con este pasivo que no ha sido generado, precisamente, por los más pobres de este país.
Según las noticias leídas la iniciativa proviene del congresista Gerardo Saavedra, presidente de la mencionada comisión, productor agropecuario y deudor de más de 600 millones de soles al sistema financiero, por tanto, beneficiario directo de una medida como la propuesta. No cabe duda que este personaje está queriendo aprovecharse de la actual coyuntura en la que se están dando una serie de medidas para fortalecer al sector agrario y enfrentar un futuro TLC, entre ellas la de condonar la deuda de pequeños agricultores.
La intención es clara: meter por lo palos el pago de una deuda que para nada es la de pequeños productores agropecuarios sino más bien de un grupo de medianos y grandes productores cuya situación no es pues, la de exclusión de los mercados de créditos y de productos y que por el contrario, están muy bien articulados a la actividad económica y a los mercados de recursos financieros.

Por qué tendríamos que cargar con este PERRO MUERTO todos los peruanos?, ¿A quiénes se está beneficiando con tal iniciativa?.

Deberíamos estar más atentos a lo que sigue su curso dentro del país, más allá de la coyuntura electoral, porque en medio del bombardeo de noticias sobre las actividades de los candidatos y del conteo de votos, se van gestando tremendas iniciativas para tirarnos PERRO MUERTO a todos y no nos estamos percatando de esta grave amenaza que se cierne sobre nuestros bolsillos.

Creo que necesitamos estar informados no sólo de lo que los candidatos hacen sino también de lo que nuestros actuales gobernantes están haciendo para poder reaccionar, protestar y si es posible, impedir que iniciativas como ésta prosperen, y así, efectivamente luchar contra esta cultura del PERRO MUERTO que parece estar muy enquistada en nuestros gobernantes y en aquellos que pretenden gobernarnos en el futuro.

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